El otro día estaba con mis amigas tomando algo en una terraza. Era una de esas tardes de finales del mes de julio en las que el calor aprieta, y no hay mejor manera de plantarle cara que con una jarra de cerveza bien fría.
Unas cuantas de hecho.
¿En todos mis posts voy a escribir la palabra cerveza?
Es del todo probable. Ojalá algún día me encuentres tras haber escrito Mahou en tu buscador.
El caso es que conforme aquel líquido divino refrescaba nuestros cuerpos y aflojaba nuestras mentes, salió el tema de mi proyecto. Mientras trataba de responder de la mejor manera posible a cuáles son mis pretensiones con todo este rollo, y cómo pienso alcanzarlas, se generó un debate interesante.
¿Sexy o no?
Una de mis amigas todavía no había visto la web. De hecho, por aquel entonces no estaba terminada del todo. Aproveché la conversación para enseñársela y que me dijera de la manera más sincera posible qué le parecía.
Siendo como es ella, una profana en todo lo que al mundo del marketing y negocios online se refiere, quise mostrarle otro ejemplo cualquiera de alguien del sector que para su suerte sí tiene la página bastante bien posicionada en Google. Así le sería más fácil hacerse una idea y poder comparar.
Se tiró cerca de diez minutos repasando ambas webs sin decir ni pío. Yo ya no sé si era por el calor, o porque su dilatado silencio comenzaba a atemorizarme, pero no dejaba de sudar. Aproveché el descanso para ir al servicio, y pude darme cuenta de que tenía el culo empapado producto de la condensación sobre aquella silla de plástico de una reconocida marca de cerveza (mierda, lo he vuelto a hacer). Chicas, seguro que sabéis a lo que me refiero.
Mi voto es un NO
Cuando volví, había dejado el móvil sobre la mesa. Se le había puesto cara de Risto Mejide sin pretenderlo.
– Bueno, ¿qué te parece? – pregunté.
– Tu web me encanta. El tono, lo que dices, todo. Además creo que lo explicas fenomenal.
– ¿Pero? – la conozco lo suficiente como para saber leer más allá de sus palabras. Ahí había un pero. Pero fijo.
– Pues que… suponiendo que no te conozco de nada y si tuviera que contratar a una de estas dos personas… quizás no te elegiría a ti. Creo que tu web no transmite demasiada profesionalidad.
Aquello cayó sobre mí como la bomba de Hiroshima. Aunque en el fondo, reconozco que un poco me lo esperaba.
Mi amiga continúo explicándose: aunque tu tono me encante, quizás es demasiado cercano.
Ella es sanitaria y argumentaba que si tuviera que decidirse por un perfil para redactar por ejemplo los textos de un congreso médico, probablemente no lo haría por el mío.
Mientras intercalaba incesantes piropos a mi retoño con afirmaciones de este tipo, mi cabeza empezó a divagar.
¿Y si tiene razón?
Pero a ver Andrea, relax. No puedes gustarle a todo el mundo. No eres una cerveza (otra vez).
Pero, ¿cómo que poco profesional? Yo soy más profesional que cualquiera. ¿Qué pasa, qué ahora utilizar cierto tono es sinónimo de profesionalidad?
Lo cierto es que para muchas personas, y en muchos casos, así es. Tenía uno justo enfrente de mis narices.
Sin embargo, la verdad es que puedes ser un payaso y ser el tipo más profesional del mundo. Y también un abogado y no tener escrúpulos.
A dónde quiero ir a parar
Sé que a lo que Mara se refería no va del todo por ahí. Sin embargo algo de cierto hay. Probablemente muchas personas que lleguen a mi web se piensen una o dos veces si contactarme, porque a veces puede parecer que esta tía está de guasa o qué.
Tal vez debería importarme, pero la verdad es que no.
Quizás los clientes que consideren que mi web no refleja la suficiente profesionalidad o que no parezco demasiado competente, no me interesan.
Una de las mejores lecciones que he aprendido hasta llegar hasta aquí, es que sí quieres conquistar a los demás solo hay una manera de hacerlo. Y esa es siendo fiel a ti mismo.
Tan fácil y complicado a la vez en la era de Instagram.
Si eres un completo idiota y finges ser otra cosa, tarde o temprano te van a pillar.
Mejor ser un idiota adorable y gustarle a la gente porque haces cosas idiotas.
Esta soy yo
Y no hubiera sabido crear esta web de otra forma.
Podría haber invertido en un diseñador gráfico y un fotógrafo que me sacara fotos con una americana y un jarrón con flores. Pero me sentía más cómoda en el salón de mi casa, sujetando un boli bic. Como si aquello fuera un reportaje del ¡Hola! Yo, diva por un día.
Podría haber trabajado mis textos para que reflejaran que soy alguien seria y de fiar. Pero de verdad, no me parecía para nada necesario. A veces intentar reafirmar algo evidente produce el efecto contrario.
El caso es que si hubiera hecho alguna de estas cosas, ya no sería yo. Y tú no me estarías contratando a mí, si no a una impostora que se hace pasar por otra persona.
Y eso sí que está feo.
Ojalá conectes con todo lo que cuento aquí. Si no lo haces, lo mejor es que busques otro copy con el que sí sientas esa conexión.
Al final, son las relaciones humanas entre las partes las que hacen que un negocio funcione.
Esto va de química.
Como la de Woody Allen y Diane Keaton.
O Kate y Leo.
¿Qué opinas al respecto?
Me encantaría saberlo.
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Me parece que tienes clarísimo hacia donde quieres ir. Bien es cierto lo que dice tu amiga pero la gente triunfadura no pierde su raiz y su esencial, en definitiva, es el cliente de calidad.
¡Hola, Jeni!
Gracias por tu comentario 🙂
En mi opinión, desde luego que ahí radica el secreto para conectar con una audiencia de calidad: ser quién eres realmente, sin más pretensiones.
¡Ojalá no me equivoque!
Hola, cómo madre de la q escribe no veo ninguna pega…sigue en tu proyecto te quiero mamá
No me diréis que no es adorable 😍
Gracias mamá, yo también te quiero
¡Genial Andrea! Divertido y profesional (difícil de conjugar). Por un lado, lo que ya se ha comentado, ser tú misma, por otro lado está el target al que te dirijas. Cuanto más específico y concreto mejor ¡Serás la especialista de tu público! El que quiera un texto con la formalidad… Leer más »
¡Gracias, Florián! Tiene todo el sentido lo que dices, cuanto más específico sea tu público y más información tengas sobre él, mucho mejor. Sobre todo esto último. Nada cómo saber hacia dónde quieres ir y quién quieres que te espere al otro lado. El conocimiento es poder, en la vida… Leer más »